Poco a poco está llegando el otoño.
Es una de mis estaciones favoritas (en realidad odio invierno, las demás me gustan). En Lituania las hojas de los árboles se ponen en todos los tonos de rojo y amarillo y empiezan a caer. Mola si no llueve y hace un poquitín de frío: puedes pasear despacio observando la gente, enseñando tu bufanda y guantes nuevos, recogiendo hojas de arce y descansando. Me encanta! Lo malo es que el día se está haciendo cada vez más corto, en la uni quieren matarte con los deberes y el frío de la muerte (mi facultad es la última sin renovar y la más antigua. Imaginaos unas paredes de medio metro en 20 grados bajo cero. No se calientan ni conservan el calor) y en realidad no tienes tiempo de disfrutar los últimos días guay de otoño hasta que empiece a llover.
Pero bueno, un día intentaré salir con mi cámara y hacer unas fotos porque es precioso.